Desde hace un tiempo atrás, he notado como varias culturas urbanas alrededor del continente comparten características parecidas, a pesar de ser tan distantes entre sí. Siguen una especie de patrón que gira alrededor de una droga, que parece estar presente para complementar género musical en el que se basa aquella comunidad. Me parece bastante particular la existencia de los géneros “rebajados”, que consisten en piezas de uno ya existente, pero editadas para que su tempo musical sea más lento y su tono más bajo, entre otros efectos añadidos como la compresión y la reverberación. Estos de alguna forma, tratan de replicar la sensación de estar bajo efecto de aquellas sustancias presentes en la vida de las partes más denigradas de las grandes metrópolis. ¿Ya saben por dónde voy? En caso de que no, déjenme presentarles el Chopped and Screwed, la Cumbia Rebajada y la Salsa Baúl.

Este meme cortesía de la página de Facebook “When eres patrician xdxdxd :V” terminó de aclarar mi conflicto de encontrar similitud en estos géneros musicales y sus expresiones. Sabía que estaba ahí, pero no estaba claro en lo que era exactamente. Con “la reconstrucción posmoderna de un pasado distante”, se refiere a la reinterpretación de cierto elemento presente ya en un niche con un enfoque emocional diferente, como la nostalgia, cosa que aplica perfectamente en los tres. Al “crear” accidentalmente el Chopped and Screwed en los años 90, DJ Screw se dio cuenta que la sensación no solo replicaba lo que te hacía sentir el “Lean” (la bebida de refresco y jarabe para la tos popular en Estados Unidos), también aquel sonido lento y pesado resaltaba las letras de una canción, haciendo que sus sentimientos llegaran a transmitirse de forma más certera a los habitantes de los barrios de Houston. Se convirtió en sus escapes, música predilecta para manejar, relajarse y recordar, siendo esto lo que llevó el género a su popularidad masiva, legado y huella permanente en la cultura del Hip-Hop.

Por otra parte, la Cumbia Rebajada nace a partir de la inmigración colombiana a México, donde el género y la cultura de los “Cholombianos” termina de asentarse y desarrollarse en las colonias populares de Nuevo León, Monterrey.
Es interesante como estos estilos se convierten en escape, fraternidad y voz de comunidades alienadas y rechazadas, terminando con esta misma cultura siendo constantemente cuestionada, desacreditada y degradada a algo marginal por aquella clase dominante y “culta” de una sociedad. Sin embargo, gracias al Internet, ambas culturas han logrado obtener un alcance masificado, en parte debido a una mejor cobertura por parte de los medios, pero el responsable real de esto son las comunidades interneteras, que lograron convertir en estos nichos aparentemente despreciados en cultura general musical. El boca a boca y los posts en foros y en redes sociales quitaron las etiquetas desagradables a estos géneros y la estética alrededor de ellos, al punto de que gran parte de los nuevos interesados en este provienen de antecedentes socio-económicos muy distintos a los de los participantes originales. Mueren tabúes al mismo tiempo que la cultura se estudia y se aprecia más, y hoy en día ambos géneros han evolucionado satisfactoriamente, añadiendo elementos de otros géneros musicales, culturas urbanas y culturas de Internet.

No obstante, he notado que el último de los tres géneros no ha tenido los mismos desenlaces. Se estará abrazando más en internet, pero hoy, la salsa baúl es algo que se reduce a cultura de Caracas, donde todavía es un tema agridulce para hablar. La situación sociopolítica del país ha dividido más el pensamiento del venezolano, volviendo más fuerte el resentimiento entre clases sociales, afectando de forma innecesaria las expresiones culturales de ambas. Mucha gente ha catalogado a aquellos de los barrios de la ciudad, donde se originó el género, como responsables de todo lo que sucede, siendo esta la excusa para tratarlo como ruido de subhumanos. Esta noción extremadamente clasista todavía existe fuertemente, pero se ha ido reduciendo a medida que las generaciones más jóvenes se mezclan y comparten más, ignorando los prejuicios que se han tratado de inculcar.
Debido a esto, no existe documentación sobre la Salsa Baúl más allá de las mezclas disponibles en YouTube, más allá de los videos cortos con gráficos extraños que se suben a los estados de WhatsApp, o que se repostean cómicamente en páginas de memes. Escribo esto como un esfuerzo para dar a conocer este género, su estética y al mismo tiempo, tratar de desglosar los sentimientos que trata de transmitir.

Primero, definamos lo que es la “Salsa Baúl”. La definición más acertada que podría darles sería: el género musical que toma piezas de Salsa Romántica para reducirles su tiempo y tono. El nombre, viene de la expresión “El Baúl de la Salsa”, que hace referencia a esa salsa melosa, erótica que ya era considerada vieja y por ende “guardada en el baúl”. Como ya dije, se originó en los suburbios populares de Caracas a finales de los 90s y a principios de los 2000s.
Este estilo de música se incrustó progresivamente en la vida diaria del caraqueño en distintas formas, como en las grandes matinées organizados en locaciones como el Club Hipocampo en Chacaito, y también dentro de los mismos espacios públicos de estos sectores. Era la música que sonaba dentro de las camioneticas, el sistema de transporte público predilecto para bajar a la gran ciudad, cuyos choferes obtenían estas mezclas hechas por DJs, en CDs quemados distribuidos por vendedores informales, los famosos buhoneros.

Los títulos y las ilustraciones que acompañan las mezclas son reflejo de las relaciones sociales y personales presentes en los barrios. La estética baulera, que se siente tan diferente a la que trata de transmitir la propia Salsa Romántica, está basada gran en el “malandreo”, la actitud y acciones creadas y fomentadas por los grupos criminales endógenos de los sectores populares. Gran parte de las imágenes que acompañan las mezclas hacen referencia a las distintas etiquetas que toman los individuos en este tipo de ambiente, como las “lacras”, aquellos más salvajes, despiadados y profesionales a la hora de cometer crímenes. A las “fresitas” las chicas guapas y aparentemente inocentes, constantemente deseadas, convirtiéndose en una especie de objetivo y gloria conquistarla. También, se muestra la dinámica de las relaciones que se forman en el barrio, mostrando sentimientos como la lealtad, el duelo, el deseo sexual, la irreverencia, el despecho, el rechazo a la autoridad, entre otras cosas. Es fácil identificar esto con algunas mezclas teniendo títulos como: “Salsa baúl para las lacras y fresas”, “Salsa baúl para los difuntos”, “Salsa baúl para hacer el amor”, “Salsa baúl para dementes”. Igualmente se destaca la alta presencia de cuñas realizadas por locutores populares venezolanos, como Waldemaro Martinez, Enrique Hoffman, José Antonio Castillo, “El Tigre” Rafael, entre otros. Estas están no solo ahí para crear emoción, si no también reafirman la aparente grandeza del DJ al resaltar con fuerza y confianza el tipo de emociones que te hará sentir la mezcla. Me fascina como a través de este simple recurso, se puede acentuar y dominar la euforia del público, cosa que es bastante efectiva. Pueden preguntarle a cualquier persona que haya ido a un achante lo que siente cuando está ahí.

La sustancia con mayor presencia acá, es el licor de anís. Una bebida alcohólica muy dulce, popular en el mismo nicho salsero. Suele ligarse con otras bebidas dulces como energéticas (Gatorade, Red Bull), jugos de fruta, refrescos y hasta yogur de fresa. Estos cocteles son constantemente aludidos en las mezclas, colocándolos en el mismo pedestal humano de placer, junto al sexo, el amor y el dinero. Es casi como si el anís fuera el representante de todo lo sabroso, pero al mismo tiempo, es lo más alcanzable. Un trago frío que puede estar ahí en la gloria y en la desgracia.

La Salsa Baúl es un género musical asombroso, capaz de englobar un espectro de emociones muy amplio al mismo tiempo que se incrusta para expandirse dentro de tus sentidos. Toma el concepto meramente comercial de la Salsa Romántica y lo convierte en esta serie de expresiones que engloban el estilo de vida de gran parte de Venezuela. Crea su propia cultura de forma orgánica, sincera. Es un estilo que jamás se mentiría a si mismo ni a su audiencia. Representa los deseos que todos compartimos, pero con la diferencia de no tener pena de demostrarlas, ya que no tiene necesidad de buscar metáforas y cualquier recurso para aparentemente convertir estas ansias tan asquerosas según muchos, en algo “bonito”. Gracias a su honestidad, la Salsa Baúl tiene la posibilidad de ser todavía más versátil y completa que cualquier pieza musical pseudo culta, que al final, recae en los mismos placeres carnales que la gente “culta” trata como si fuera algo asqueroso.
Al igual que muchos ajenos a los barrios de Caracas, a mi me impresionó y posteriormente atrajo lo estrafalaria que es la estética del baúl. A medida que fui introduciéndome en el género, traté de encontrar información donde pude, pero me decepcionó el hecho de que no se encuentra absolutamente nada escrito sobre la Salsa Baúl en internet. Este artículo lo escribo con el fin de presentarle al venezolano y al mundo esta amplia cultura que existe. Estoy seguro de que existe gente más informada sobre el tema, al igual que están aquellos mejor instruidos para investigar y presentar todo lo que ofrece.
Mientras tanto, acá estoy yo, poniendo mi grano de arena en alta.

2 respuestas a “Salsa baúl en alta”
Thanks for the insight! Saludotes y abrazos hermanoo
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Excelente tu artículo para el acervo cultural del venezolano
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